No podría estar más de acuerdo. Deacuerdérrimo diría.
Quisiera hacer una reflexión sobre las estrategias conductuales que lamentablemente seguimos aplicando en la educación y aprendizaje de los niños, tanto padres como profesoras.
La sociedad de consumo, desde la estrategia publicitaria, persigue como fin último, vender sus productos anunciados, a costa de todo, sin culpabilidad ni conciencia moral pretende condicionar aquello que nos hace feliz: amar y ser amados, desarrollar nuestras potencialidades y lograr una posición social en la que podamos desplegar nuestros talentos contribuyendo al desarrollo social. Todo ello a cambio de la justa retribución para cubrir nuestras necesidades de bienestar. Sentir que el mundo es un lugar seguro, lleno de oportunidades de crecimiento.
La felicidad, que desde tiempos remotos tratan de definir los sabios, los filósofos, los científicos y el pensador de andar por casa que somos todas, parece muy escurridiza. Sin embargo es algo muy simple y que tiene que ver con sentirse bien.
Hemos…
Ver la entrada original 2.276 palabras más